Con la llegada del otoño, no sólo el clima cambia, también lo hace nuestra piel, especialmente en aquellas personas que sufren de acné. Este problema cutáneo, que afecta al 80% de los adolescentes entre 13 y 18 años y al 25% de los mayores de 30, se agrava debido a los cambios de temperatura típicas de primavera y otoño. Cristina Galmiche, especialista en el cuidado de la piel con más de 38 años de experiencia, explica cómo el acné rebota en esta época del año y cómo su exclusivo método de limpieza profunda ayuda a combatirlo.

Cristina Galmiche.

El acné es una de las mayores preocupaciones de la piel en los adolescentes. Es una afección dermatológica que se origina por un funcionamiento irregular de las glándulas pilosebáceas, lo que provoca la obstrucción de los poros. Esta condición incluye desde puntos negros y blancos hasta lesiones más profundas como granos, quistes y nódulos. Las áreas más comunes donde se manifiesta son el rostro, cuello, pecho, espalda, hombros y parte superior de los brazos, lo que demuestra su carácter multifocal y versátil.

Anteriormente conocida como Propionibacterium acnes, Cutibacterium acnes es la principal bacteria causante del acné. Es una bacteria que se encuentra en las glándulas sebáceas de todas las personas y que se presenta en diferentes formas. Cutibacterium acnes forma parte del microbioma cutáneo y ayuda a mantener su equilibrio. Se trata de una bacteria saprófita, es decir, que se alimenta de materia orgánica en descomposición, como el sebo. “Esta bacteria está presente en nuestra piel de forma natural. En ocasiones, se activa y la grasa acumulada se convierte en infección, lo que genera la aparición de granitos. Esto puede ocurrir por diversas razones, como un exceso de manipulación del rostro, por ejemplo, tocarse mucho la cara”, asegura Cristina Galmiche.

La grasa acumulada durante el verano, combinada con el sudor y las agresiones externas como el cloro y la sal, puede dar una falsa sensación de mejoría en la piel. Sin embargo, con la llegada de las bajas temperaturas y el aumento de la humedad, la bacteria que causa el acné se activa, provocando brotes más severos y persistentes. “Si sufres acné es normal que ahora notes que se presenta de forma mucho más agresiva”, afirma Galmiche.

Un problema que afecta a adolescentes (y también a adultos)

Tras varios años de uso excesivo de filtros en redes sociales y múltiples trucos para ocultar el acné, que han tenido consecuencias serias, la generación Z ha dejado atrás el temor a mostrar sus granos. Cada vez más influencers y jóvenes celebrities comparten sus vivencias sin temor a las críticas y, lo más relevante, abordan este problema de salud de manera abierta.

"El acné es una dolencia que, en estados embrionarios y si se controla pronto, no causa estragos graves. Sin embargo, si no se ataca a tiempo su tratamiento se vuelve más problemático", comenta la respetada gurú de la belleza.

“Muchas personas se sienten inseguras por dejar su propia piel al natural: su acné, su rosácea o sus granitos y se maquillan para camuflar el problema. Sin embargo, la mayoría de las coberturas de maquillaje obstruyen el poro y, si no se eliminan correctamente, pueden empeorar la infección” asegura Cristina Galmiche. “El acné es una dolencia que, en estados embrionarios y si se controla pronto, no causa estragos graves. Sin embargo, si no se ataca a tiempo su tratamiento se vuelve más problemático. Teniendo en cuenta que el 80% de los adolescentes la padecen, podríamos decir que la primera señal de alarma es la aparición de micro quistes (bolitas de grasa) y puntos negros que, en cualquier momento, se pueden infectar y generar el problema de acné”, comenta la respetada gurú de la belleza.

A pesar de que vivimos en la era del body positive y el movimiento acne positivity, que promueven la aceptación total de la piel con acné, granos o espinillas, es importante recordar que el acné es una enfermedad que afecta al 80% de los adolescentes de entre 13 y 18 años, una etapa especialmente vulnerable debido al exceso de grasa que se produce. Además, afecta a un 25% de personas mayores de 30 años. Por esta razón, es esencial fomentar la aceptación y visibilidad del problema, enfocándonos en la sanación a través de métodos naturales, no invasivos, y supervisados por un profesional de la piel.

Así funciona el exclusivo método Cristina Galmiche

El método de Cristina Galmiche se trata de un protocolo manual que busca sanear las glándulas sebáceas, extrayendo poro a poro, con una técnica especial de bombeo que no daña el tejido, el exceso de grasa y materiales de desecho que se acumulan en el conducto excretor del folículo, lo bloquean y acrecientan la posibilidad de proliferación bacteriana. Y lo cierto es que funciona porque cada vez cuenta con más fans en el mundo de la belleza por sus resultados espectaculares para mejorar el acné y otros trastornos de la piel.

“Nuestro método propio comienza con la oxigenación artesanal, que es el procedimiento más efectivo contra cualquier grano, espinilla o erupción, pero también es el punto de partida para disfrutar de una piel que respire, más nutrida, joven e iluminada. Se trata de sanear desde el origen de forma progresiva y con paciencia, en lugar de ofrecer una solución express que, en realidad, agrede al tejido y al organismo”, asegura Cristina Galmiche.

"Nuestro método propio comienza con la oxigenación artesanal, que es el procedimiento más efectivo contra cualquier grano, espinilla o erupción, pero también es el punto de partida para disfrutar de una piel que respire", asegura Cristina Galmiche.

El conocido 'Método Cristina Galmiche' es un sistema integral para el cuidado de la piel que pone el acento en el trato sostenible y comprometido con cada persona. Su eficacia es capaz de resolver, con la limpieza artesanal de la piel y una línea cosmética 100% biocompatible y personalizada, cualquier problema cutáneo, desde el acné severo a la dermatitis atópica, la rosácea o la hipersensibilidad.

La estrella indiscutible del 'Método Cristina Galmiche' es la oxigenación minuciosa, respetuosa y de autor; un proceso de higiene que siempre va acompañado de un diagnóstico exhaustivo, un tratamiento personalizado, un ritual cosmético en cabina y en casa adaptado a cada cutis y un seguimiento cercano, riguroso y constante. Hablamos de un tratamiento que ayuda a limpiar la piel en profundidad a través de un baño de vapor y, posteriormente, una extracción. Cristina Galmiche, que cuenta con centros en Madrid, Alcalá de Henares y Málaga, ha desarrollado cinco tipos de oxigenaciones faciales, que se aplican en función del tipo de piel: Oxigenación Artesanal (para pieles jóvenes, mixtas o sensibles), Oxigenación Balance + (para pieles acneicas), Oxigenación Oceánica (primeros síntomas de flacidez y pieles sensibles), Oxigenación Dermowhite (para reducir manchas, rojeces y léntigos) y Oxigenación Expert (combate los síntomas del envejecimiento de la piel).









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