En palabras del dermatólogo Ignacio Sánchez-Carpintero, miembro del equipo del dermatólogo Ricardo Ruiz y responsable de la Unidad Láser de Clínica Dermatológica Internacional, el láser ha supuesto un antes y un después en el campo de la dermatología: “en sus distintas y múltiples versiones, los láseres son susceptibles de tratar numerosas enfermedades cutáneas (varices, cuperosis, lesiones del lupus...) y un sinfín de problemas estéticos (acné, cicatrices, manchas...)".

Fruto de la observación y la experiencia en el manejo de dichos dispositivos, en los últimos tiempos los dermatólogos han descubierto que, combinados entre si o con otros fármacos o técnicas de muy distinta índole, algunos ofrecen resultados todavía más esperanzadores. Este hallazgo representa, según Sánchez-Carpintero, una de las mayores innovaciones de los últimos tiempos: "nuestra experiencia a lo largo de muchos años y de muchos pacientes tratados es realmente positiva en este sentido. Por ejemplo, la combinación de determinados láseres fraccionados con fármacos despigmentantes para atenuar manchas cutáneas o el empleo del láser vascular en conjunción con sustancias esclerosantes para mejorar las venas o telangiectasias obtienen unos resultados espectaculares".

Los láseres son para el invierno

"Cuanto más blanco acude el paciente a la consulta, menos probabilidad de padecer complicaciones o efectos secundarios tras el tratamiento con láser”, asegura el dermatólogo. Además, según Sánchez-Carpintero, después de someterse a cualquier tipo de láser es recomendable no exponerse al sol para evitar la llamada pigmentación postinflamatoria.

Una tecnología versátil

Desde que se diseñaran los primeros dispositivos láser en los años 60, éstos han evolucionado hasta convertirse en auténticos todoterreno. Algunos son capaces de tratar un sinfín de patologías:

El láser vascular es uno de los más polivalentes. Diseñado, como su nombre indica, para tratar cuperosis (pequeñas venitas que aparecen en mejillas y aletas de la nariz) y arañas vasculares (dilataciones de vasos capilares). Se emplea con éxito para el tratamiento de:

  1. Papilomas.
  2. Cicatrices hipertróficas.
  3. Hiperplasias sebáceas (inflamación de glándulas sebáceas).
  4. Lunares de la infancia de gran tamaño.
  5. Lesiones cutáneas del lupus.
  6. Angiomas del embarazo.
  7. Puntos rubíes.
  8. Lagos venosos de los labios (lesiones vasculares azuladas).
  9. Angioqueratomas (elevaciones o pápulas de color rojo).
  10. Verrugas planas faciales…

El láser de manchas se aplica hoy con mucho éxito para tratar:

  1. Lentigos solares (manchas solares planas y de color marrón).
  2. Pecas.
  3. Manchas solares.
  4. Nevus de Ota (hiperpigmentación de parte de la cara y el ojo) y nevus de Becker (hiperpigmentación que aparece generalmente en el torso o la parte superior del brazo de los hombres).
  5. Manchas café con leche (manchas de nacimiento).

Los fraccionados. Son los más empleados para mejorar problemas estéticos. En sus distintas versiones, son capaces de:

  1. Mejorar la calidad de la piel.
  2. Reducir las cicatrices.
  3. Cerrar poros dilatados.
  4. Aportar luminosidad.
  5. Reducir líneas de expresión.

Combinaciones acertadas

LÁSER + LÁSER
La combinación de distintos dispositivos láser entre si ha demostrado su eficacia para el tratamiento de:

Envejecimiento de las manos.
Con los años, y como consecuencia de la exposición solar, aparecen numerosas manchas planas marrones en el dorso de ambas manos. Son los denominados lentigos solares. "En estos casos la combinación del Q‐Switched con el Fraxel Dual consigue en una sola sesión unos resultados muy superiores a los obtenidos hace unos años cuando únicamente tratábamos con el láser convencional de manchas. Además, este combinado mejora la calidad y aspecto de la piel de la zona", afirma Sánchez-Carpintero.

Cicatrices.
Todas en general y las recientes en particular responden muy bien a la combinación del láser vascular y el láser fraxel. "En concreto se observa una mejora importante del color y de la calidad de la piel de la zona", asegura el dermatólogo.

Manchas cutáneas y venitas.
En este caso se combina el Láser Q‐Switched + Láser vascular.

LÁSER+FÁRMACOS
Combinados con determinadas sustancias, algunos acaban con el problema antes y por más tiempo:

Manchas hormonales.
Los dermatólogos aseguran que la combinación de los láseres fraccionados con determinados fármacos despigmentantes ha supuesto un gran hallazgo para el tratamiento de manchas tan persistentes como el melasma. "Estas sustancias penetran más profundamente gracias a las micro-perforaciones realizadas por el láser, lo que repercute en una mejora notable de la mancha y, en ocasiones, en su desaparición", afirma el especialista.

Piel apagada.
El láser Clear&Brillant combinado con ciertas sustancias despigmentantes consigue unificar el tono de la piel y aportar luminosidad.

Varices.
En este caso resulta muy eficaz la combinación de algunos láseres vasculares (VBeam o Neodimio Yag) con determinadas sustancias esclerosantes.

Angiomas de la infancia.
La combinación del tratamiento médico con propranolol oral o con timolol en crema y el láser vascular consigue eliminar antes y de una forma más completa estas lesiones infantiles. "Lo ideal es realizar el tratamiento durante los dos primeros años de vida del niño. Dejar pasar el tiempo, sin hacer nada, no es la mejor opción", asegura Sánchez-Carpintero.

LÁSER+OTRAS TÉCNICAS
Además, en contra de lo que muchos pacientes piensan, ciertos láseres son compatibles con técnicas estéticas famosas. Este dato se traduce en un ahorro de tiempo importante para el paciente. Algunos ejemplos:

» Los tratamientos inyectables con Radiesse o ácido hialurónico + láser de manchas o de venas.
» Radiofrecuencia (Thermage o Accent) + láser de manchas o venas.
» Inyección de toxina botulínica + cualquier otro tratamiento con láser.

Fuente: Clínica Dermatológica Internacional.









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