La celulitis comúnmente se conoce como el acúmulo de tejido adiposo en determinadas zonas del cuerpo, formando nódulos adiposos de grasa. Hay una serie de pautas básicas para combatir la misma con gran efectividad.
» Adoptar una alimentación equilibrada y saludable, evitar el consumo de alimentos ricos en grasas y carbohidratos así como las comidas saladas (ya que estas últimas favorecen la retención de líquidos). Se recomienda el consumo de cinco piezas de frutas y verduras diariamente.
» Se debe practicar ejercicio regularmente, andar y pasear habitualmente y evitar mantener una vida sedentaria; una combinación de ejercicios aeróbicos y cardiovasculares (mejor bajo supervisión especializada) acelera el metabolismo, mejora el tono muscular y activa la circulación sanguínea.
» Exfoliar e hidratar con regularidad las zonas afectadas por la celulitis para favorecer la penetración de los cosméticos de tratamiento. Utilizar un exfoliante de bambú y cacao una vez por semana en la ducha así como la posterior aplicación de la crema reafirmante de Centella asiática permite alivio de la zona afectada.
» Aplicar los anticelulíticos mediante masaje desde los tobillos hacia el abdomen, de manera que se favorezca la microcirculación y la penetración de los ingredientes activos dos veces al día, antes de acostarse y después de levantarse. El aceite anticelulítico de Pomelo se usa para celulitis más duras, mientas que el Gel drenante de Equiseto se recomienda para las celulitis acompañadas de grandes retenciones de líquidos.
Las Crema anticelulítica de Ginkgo se utiliza cuando se requiera de una aplicación sencilla y práctica por la mañana, después de levantarse, y por la noche antes de acostarse.
» Abandonar malos hábitos como el tabaco (que reduce el aporte de oxígeno a las células) y el consumo de alcohol, (ya que éste impide que el hígado procese adecuadamente las toxinas y los elementos más pesados de los alimentos que ingerimos, de manera que las sustancias de desecho no son eliminadas).
Evitar el café, el té y las bebidas carbónicas ya que pueden provocar un efecto diurético excesivo que fomente la deshidratación del organismo y reemplazarlos por tés sin teína, sucedáneos naturales del café y zumos de frutas naturales.
» La hidratación es importante, por eso se recomienda beber bastante agua diariamente en función de la actividad de cada persona, consumiendo como mínimo un litro de agua al día.
» Evitar la ropa ajustada, tacones altos o zapatos muy bajos que no favorecen una adecuada circulación así como los baños o duchas con agua excesivamente caliente, es preferible utilizar agua fría ya que favorece la circulación.