Los checos son aficionados a los baños de cerveza. De hecho, acuden, con regularidad al balneario de cerveza y vino situado en el centro de Praga. Allí, además de degustar ambas bebidas, aprovechan sus efectos positivos en el organismo. En el caso de la cerveza, el cuerpo reacciona de forma similar a como lo haría en una una sauna tradicional. Los usuarios aseguran que al introducirse en un barril de madera lleno de cervezas lager y ale la piel se nutre, exfolia y elimina las toxinas. A la vez que se toman una cerveza, se relajan con una exfoliación de pies a base de cebada y malta machacadas. Finalmente, los clientes del spa reciben un masaje en los pies con aceite de lúpulo.
La levadura de cerveza se emplea en la medicina popular checa desde la antigüedad. Los baños de cerveza se sirven de los efectos purificadores en los pies de la levadura, según los expertos. Con esta práctica se evitan problemas ligeros de micosis (hongos). Además, la exfoliación estimula la circulación y remueve la piel endurecida. El resultado son unos pies más suaves y frescos. En general, este tratamiento abre los poros y libera la piel de toxinas.
El organismo se relaja y muestra más positivo
En otro orden de cosas, el contenido alto en silíceos del lúpulo repercute, de forma positiva, en el estado de ánimo. Los baños de cerveza aumentan la vitalidad corporal. Igualmente, la levadura de cerveza es muy rica en hierro orgánico, aminoácidos esenciales, ácidos grasos no saturados, fosfátidos, esteroles, enzimas y otras sustancias bioactivas, habituales en frutas y verduras. La levadura también contiene sacáridos, proteínas y vitaminas que proporcionan energía al cuerpo humano.
En síntesis, el baño de cerveza estimula el metabolismo y suprime sustancias dañinas. Esta práctica también relaja la tensión interna y externa, reduce la fatiga y el estrés y garantiza un buen descanso físico y mental. Los efectos se asemejan a los de una sauna tradicional.
Otro ingrediente a tener en cuenta es el lúpulo checo de Zatec. Esta hierba energética facilita la regeneración general y complementa los efectos de la levadura de cerveza. El lúpulo disuelto en el baño de cerveza libera sílices aromáticas con un olor agradable.