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La carboxiterapia consiste en la aplicación subcutánea de dióxido de carbono (CO₂) con fines terapéuticos. Desde 1982 se conocen los efectos beneficiosos del CO₂ producido por las aguas termales del balneario de Royat (Francia), donde un grupo de cardiólogos comenzó a utilizar esta terapia para tratar arteriopatías orgánicas, periféricas y funcionales. En 1953, el Dr. Jean Baptiste Romuef publicó un trabajo que versaba sobre la aplicación subcutánea del CO₂ basado en sus 20 años de experiencia acumulada.

El proceso consiste en la aplicación de microinyecciones localizadas de CO₂ mediante un equipo diseñado especialmente para este fin. Dicho equipo se encarga de controlar la velocidad de flujo del gas (contenido en un tanque), la dosis administrada y el tiempo de inyección. La introducción del CO₂ se realiza por vía subcutánea, gracias a una fina aguja a la que llega el gas a través de un conducto flexible desde el equipo. El gas debe ser de tipo medicinal anaeróbico, con una pureza del 99,9%.

La duración de una sesión de carboxiterapia puede durar entre 30 y 60 minutos, dependiendo de qué áreas se vayan a tratar, y cuántas de ellas en una sola sesión. Según el Instituto de Investigaciones Cardiovasculares de Royat, en el año 1994 ya habían sido sometidos a este tratamiento 30.000 pacientes aproximadamente.

El sol y la carboxiterapia

La exposición al sol es saludable, pues estimula entre otras cosas la producción de vitamina D en nuestro organismo y favorece, al igual que el ejercicio, la liberación de endorfinas brindando sensación de bienestar. No obstante, la exposición continua y prolongada puede tener consecuencias dañinas e irreversibles. La exposición prolongada al sol es la causante de envejecimiento prematuro, llevando a la piel a lucir seca, opaca, manchada y adelgazada con pérdida de elasticidad.

El ejercicio físico continuo, una buena alimentación e hidratación y el uso de cremas humectantes y bloqueador solar, pueden mejorar la apariencia de nuestra piel.
La carboxiterapia es también un recurso válido para poner la piel de nuestra cliente bonita y tersa tras los estragos que ocasiona el verano.

El dióxido de carbono estimula la microcirculación y con esto la llegada de agua y nutrientes a nuestra piel. Al mismo tiempo, se activa la función de fibroblastos encargados de la producción de colágeno y elastina. Además, la carboxiterapia estimula la producción de antioxidantes naturales que ayudan a prevenir el envejecimiento.
Los resultados se ven desde la aplicación de la primera sesión, y conforme se avanza en las sesiones se logra ver la atenuación de las líneas de expresión, mayor firmeza en el tono de la piel, y se recupera el brillo natural de la misma.


Las sesiones se recomiendan cada 2 a 4 semanas, según el caso de cada persona, y el número promedio de sesiones es de ocho. Las sesiones para mejorar el rostro pueden realizarse en cualquier momento del día y cualquier día del año, pues sólo queda un leve enrojecimiento que suele pasar rápido.

No olvidemos que la carboxiterapia es un tratamiento médico que tiene indicaciones y contraindicaciones que deben ser bien evaluadas antes de iniciar las sesiones, en la consulta de evaluación previa, y que debe realizarla un médico.

La carboxiterapia es una técnica médica que data de fines de los años 20 e inicios de los 30 y que en la actualidad está recobrando fuerza y difusión tanto en el ámbito médico como estético. Al ser una técnica "relativamente nueva" y estar en investigación actualmente, surgen muchas especulaciones sobre su uso, sus efectos y las aplicaciones que pueden realizarse.

Evaluaremos algunos mitos sobre esta técnica e intentaremos aclarar algunas dudas:


MITO 1
La carboxiterapia es una técnica sencilla y fácil por lo tanto puede ser aplicada por cualquier persona.

Verdad: carboxiterapia es una técnica médica que, pese a ser sencilla, implica tener conocimientos básicos de fisiología, bioquímica y medicina, muy importantes al momento de abordar un problema. Por otro lado, si bien se trata únicamente de aplicar CO₂ con una aguja, es preciso también tener las destrezas necesarias para las técnicas de aplicación que difieren según el tratamiento y el efecto que se busque.

MITO 2
La carboxiterapia produce radicales libres que aumentan el envejecimiento.

Verdad: La aplicación de CO₂ no sólo NO produce radicales libres, sino que favorece la producción de antioxidantes naturales en nuestros tejidos, efecto que ha sido tema de una publicación Italiana el año 2010 en una prestigiosa revista científica.

MITO 3
Si se aplica la carboxiterapia en los párpados, éstos quedan hinchados y dolorosos y permanecen así por meses.

Verdad: cuando se aplica carboxiterapia a los párpados con la técnica correcta, no tiene porqué haber dolor residual y menos hinchazón por tan largo plazo. Generalmente, con el uso de la técnica de aplicación correcta, el volumen de los párpados debe bajar en unas pocas horas y no hay dolor.

MITO 4
Si hago carboxiterapia no puedo hacer ejercicio.

Verdad: el ejercicio físico no interfiere con el tratamiento de carboxiterapia. Al contrario de lo que se piensa, la carboxiterapia complementa magníficamente tu entrenamiento diario y ambos se potencian.

MITO 5
La Carboxiterapia es una técnica médica que se usa solo para grasa localizada y celulitis.

Verdad: carboxiterapia es una técnica médica y empezó a utilizarse desde el siglo pasado para problemas circulatorios y de piel. En las últimas décadas se observó sus efectos positivos en estética, por lo que su uso se extendió a este campo. Al ser la carboxiterapia una "gimnasia para la piel", es un buen recurso para mejorar la piel del rostro y de todo nuestro cuerpo. Con carboxiterapia podemos tratar líneas de expresión, ojeras, fotoenvejecimiento facial, fotoenvejecimiento en manos, estrías, etc.

MITO 6
Cuando se trabaja grasa localizada con carboxiterapia, se produce lipólisis y la grasa se elimina por la orina.

Verdad: el efecto de la carboxiterapia no es meramente mecánico, es más bien bioquímico. La carboxiterapia tiene el mismo efecto que el ejercicio, induce lipólisis a nivel de tejido graso subcutáneo y estimula que estos ácidos grasos liberados sean utilizados en el músculo adyacente. No se elimina grasa por la orina.

MITO 7
La carboxiterapia es un tratamiento solo para mujeres.

Verdad: carboxiterapia es un tratamiento que puede ser realizado tanto por mujeres como por hombres. De hecho es el ideal para los tratamientos faciales en varones pues es ambulatorio, se puede hacer durante todo el año y sus efectos son graduales y discretos; justo lo que buscan los caballeros. Más del 50% de los pacientes son varones.

MITO 8
Si me he realizado antes carboxiterapia, ya no requiero evaluación médica previa.

Verdad: la carboxiterapia, como todo procedimiento médico tiene contraindicaciones, y nuestro estado de salud puede variar en cuestión de días, por lo tanto es preciso siempre realizarse una evaluación médica previa.

MITO 9
La carboxiterapia es una técnica simple y natural, por lo tanto no es necesario una evaluación médica previa.

Verdad: como señalamos antes, siempre es necesaria una evaluación médica previa pues hay contraindicaciones que evaluar.

MITO 10
La carboxiterapia hace bajar de peso.

Verdad: la única forma real de reducir peso es aumentar el gasto de energía y reducir la ingesta de alimentos; esto se traduce en ejercicio físico y dieta con restricción calórica. La carboxiterapia ayuda con la grasa localizada, colaborando a alcanzar la meta y a verse bien en un plazo más corto.

Fuente: www.carboxiterapia.info