Tipos de yoga, grandes aliados de la belleza

El yoga es una disciplina física y mental que se originó en la India. En los últimos años están surgiendo diversos tipos de yoga que hacen algo más amena su práctica y que se incorporan también en spas, centros de estética y belleza, y muchos otros lugares donde los tratamientos de estética son la base de sus servicios.

Estar bien por fuera se refleja por dentro, y el yoga intenta reequilibrar mente y cuerpo para sentirse mejor. "El yoga amplía la consciencia en el cuerpo físico y ayuda a que funcione mejor. Aporta salud, flexibilidad, relajación, además de vivificar y purificar el organismo", explica Jordi Andicoechea, responsable del spa del Hotel Santa Marta, en la Costa Brava, en el que se realizan actividades de yoga como algo complementario a sus servicios de estética y bienestar.

Bowspring Yoga, cintura más fuerte y delgada

El Bowspring nace en Estados Unidos, siendo un sistema de alineación basado en las investigaciones de la física y la biomecánica más actuales. Este sistema de alineación activa todo el cuerpo en conjunto y crea un sentimiento de unidad y cooperación entre todas las partes. De esta manera, todo el cuerpo se tonifica. Trabaja especialmente el equilibrio entre la parte frontal y posterior, y entre la parte superior e inferior durante todo el tiempo.

"En este tipo de yoga, las tres curvas principales de la columna están largas y activas, creando un efecto de 'muelle'. Es una postura curvilínea, dinámica y abierta. Alinea el cuerpo en una posición de preparación. Esta plantilla postural se describe generalmente como una forma en 'S' a lo largo de la parte posterior", explica Rocío Megía, instructora de esta disciplina.

A su vez, la activación del core en Bowspring sucede en tres pasos: primero se suaviza creando las curvas naturales de la espalda, luego se alarga y por último se sostiene una activación de la espalda baja, además de los laterales y la parte delantera por igual. El resultado es una cintura estrecha y torneada, fuerte y elástica a la vez que les concede a los cuerpos un atractivo singular. Aparte de construir un gran cuerpo que mira y una agilidad asombrosa, el Bowspring desarrolla la fuerza de voluntad, la concentración, la conciencia consciente y la sensibilidad.

Rocío Megías nos explica que el bowspring es un tipo de yoga que afina tremendamente la cintura, "además te sientes más alta y esbelta, pues trabajas la higiene postural y alcanzas una postura más estilizada. Mientras que mejora la calidad de la piel, pues la práctica incorpora muchas torsiones que son detoxificantes".

Bikram Yoga, eliminación de toxinas

Aunque fue desarrollado por el hindú Bikram Choudhury en los años 70, la técnica está ahora de moda. Se caracteriza por practicarlo en una habitación que está a más de 40º, y gracias a ello, se eliminan toxinas, se mejora la fuerza y además se produce una activación de la energía muy importante.

Con la liberación de las toxinas, la piel se renueva porque retrasa así el envejecimiento. Y ello beneficia sobre todo a aquellas pieles más castigadas, mientras que se aumentan los glóbulos blancos. También destaca por la liberación del estrés, pues los asanas o posturas se realizan con normalidad pero dentro de un lugar con mucho calor que debe estar acondicionado para ello. Es por tanto importante hidratarse correctamente antes y después de su práctica.

Jonathan Martín, director de Bikram Yoga Spain, afirma que,"en clase afinamos la piel, a nivel inconsciente, dejándola más luminosa y eliminando impurezas con la ayuda de nuestro sudor, tras calentar el cuerpo mediante las posturas y las condiciones especiales de la sala". A través de la sudoración se activa la circulación en los capilares, por tanto, indica Martín, "suavizamos la piel y, lo más importante, promovemos la regeneración celular". En resumen: obtenemos una piel más luminosa, con menos impurezas y mayor elasticidad.

Acroyoga, mayor movilidad

Este tipo de yoga se destaca porque combina los ejercicios tradicionales del yoga con la acrobacia. Nació en Estados Unidos de la mano Jason Nemer y Jenny Sauer-Klein y se suele practicar en pareja como punto de apoyo. Aunque parezcan posturas algo complicadas, con el tiempo se es capaz de realizarlas. Siempre utilizaremos a otra persona para poder elevarnos, y sus beneficios son el movimiento de todas las partes del cuerpo, el equilibrio, ganar en movilidad y concentración. También se reducen toxinas y adelgazamos.

Yoga acuático, estiramientos para perder peso

Este tipo de yoga es uno de los más dinámicos. Permite hacer diversas posturas en el agua, ofreciendo libertad de movimientos, y aunque parezca que es fácil porque el medio es acuático, realmente perdemos muchas calorías sin darnos cuenta. En este tipo de yoga es importante controlar la respiración y la alineación. Entre sus beneficios: pérdida de peso, de calorías, movimiento de cuerpo y total relax.

Buti Yoga, beneficios para tonificar el cuerpo

Es una mezcla de yoga, danza africana y twerking. Sus clases son exigentes, fuertes y dinámicas y suelen durar sobre 70 minutos de media, y se puede llegar a perder hasta 600 calorías. Con este yoga obtenemos un cuerpo más tonificado y flexible, y se consigue perder peso y grasa, por lo que ayuda especialmente a mantener nuestro peso a lo largo del tiempo. Con el Buti Yoga también relajamos la mente porque, aunque no es tan pausado como el yoga tradicional, nos aleja del estrés.

El yoga en el centro de belleza y spa

La importancia de incorporar clases de yoga en los centros de estética y spas es vital. El cliente demanda poder estar bien por fuera y también por dentro. Según Jordi Andicoechea, responsable del spa del Hotel Santa Marta, "el yoga es importante en nuestro spa porque hacemos que las personas estén más centradas, más sanas y más conscientes de su cuerpo físico, y esto es sinónimo de bienestar". Al mismo tiempo, explica que se trata de una necesidad que ha llegado para quedarse y que el consumidor de hoy exige, "un cuidado ya no tanto externo (belleza) como del interior (espíritu)".

A la hora de hablar de tendencias, queda claro, "en estos tiempos la dirección va hacia la fusión entre lo clásico y lo moderno”, apunta Jordi.