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La opinión del experto:
Anti-Aging: espectaculares resultados y tendencia de futuroPor Philip Plan. Clinipro.
El Anti-aging se refiere a cualquier acto susceptible de analizar, controlar y retrasar el proceso de envejecimiento. La aparatología Anti-aging es un concepto nuevo que se ha desarrollado primero en clínicas de medicina estética y que está llegando ahora a los centros de estética...
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Anti-aging: anti-envejecimiento. Sí, contra el paso del tiempo, o si se prefiere, en busca de todo ese tiempo pasado que siempre fue mejor. La estética, sin duda, también ha perseguido desde sus orígenes preservar los rasgos de la juventud, pero ahora va mucho más allá y su objetivo se centra no únicamente en conservarla, sino en algo todavía más osado: recuperarla. Ésta podría ser sin duda la definición de la aparatología anti-aging cada vez más presente en el mercado de la belleza. Equipos de avanzada tecnología que consiguen recuperar la juventud gracias a sus eficaces acciones. Se trata de propuestas basadas en prestaciones de última generación que logran regenerar los tejidos que han comenzado ya a sufrir un proceso degenerativo. Además, y esto es fundamental, estabilizan los resultados durante largos periodos, partiendo, como paso inicial, del diagnóstico y el estudio del estado específico de cada piel tratada. De cada cliente, personalizando y tratando a cada persona con sus propias características fisionómicas en lo referido al envejecimiento del tejido cutáneo.
Pero, ¿cómo aparece en escena el término antiaging? ¿A qué se debe la acuñación de este término que ya nos es tan familiar para todos en la vida cotidiana? La pionera ha sido la medicina y su propuesta de Medicina Anti-aging o Anti-envejecimiento. Una especialidad médica dirigida a prevenir, desacelerar e incluso invertir el proceso de envejecimiento, considerándolo como una enfermedad más, como otras muchas dolencias, y también inestetismos, que igualmente interfieren en la buena marcha del cuerpo concebido éste de modo integral. La Medicina Anti-Aging, de hecho, no busca dar más años a la vida, sino más vida a los años, disfrutándolos no sólo en mejores condiciones físicas y de belleza, sino también mentales. En la aparatología anti-aging dentro del mundo de la estética parte de este símil también nos vale.
La aparatología anti-aging busca de una forma similar dar más vida a los años, devolviendo al rostro a estados anteriores, sin arrugas, con menor flaccidez, mayor luminosidad y elasticidad, en definitiva, recuperando su aspecto de estadios de tiempos pasados. Todos sabemos y experimentamos el envejecimiento. Se trata de un proceso que aunque lento, es complicado de detener ya que avanza de una forma progresiva, y que se caracteriza por un deterioro general, incluido el aspecto externo. En definitiva, y de modo muy simple, para entenderlo mejor, se envejece célula a célula. Y el envejecimiento no es más que, según definen y coinciden los expertos, una acumulación de años celulares.
Se envejece porque aparece en un determinado momento de la vida un desequilibrio entre la destrucción celular y la recuperación y proliferación de células nuevas. Los equipos de belleza anti-aging, lo que pretenden es por tanto, recuperar esas células, los tejidos, la producción de colágeno, por ejemplo, para mitigar con todo ello los signos del devenir de los días sobre el tejido cutáneo. Pero, al igual que en medicina, el primer paso que deberá llevar a cabo el profesional de la belleza, si quiere de verdad practicar el anti-aging, será el diagnóstico.
Muchos de los aparatos anti-aging que aparecen en este especial poseen de hecho programas muy avanzados de diagnosis que determinan cuál es la edad biológica de nuestra piel en contraste con nuestra edad cronológica. Programas que incluso llegan a mostrarnos el estado de la piel en tres dimensiones en pantallas específicas para ello y que, además, elaboran programas en función de dichos resultados e imágenes. Ésta es la mejor manera de comenzar: diagnosticando, bien a través de la máquina o del propio conocimiento y experiencia de la profesional de la belleza para así, posteriormente, aplicar el tratamiento más adecuado.
Una vez hayamos procedido con esta acción previa, se determinará por tanto el tratamiento a seguir. Dicho tratamiento, sobre todo, mejorará la elasticidad de la piel, frenará el daño celular y aumentará la reparación y proliferación celular y tisular.
Muy importante en este capítulo es también la utilización de principios activos que se vehiculan mejor y más profundamente gracias a las distintas técnicas, sistemas, corrientes, etc., en los que se basa el funcionamiento de cada aparato. Dichos activos cosméticos, de forma mayoritaria, son elaborados de modo concreto y puntual por las empresas fabricantes y/o distribuidoras de la aparatología anti-aging, para el mejor uso y resultados del equipo que se propone.
Con todo ello estamos consiguiendo acceder y modificar la edad biológica a favor de la juventud. ¿Un milagro? No, estamos en condiciones de asegurar que ésta es una fehaciente realidad. Basta con consultar estas páginas.
¿Qué tipos de aparatos pueden utilizarse para el antienvejecimiento? En realidad, muchos. Es el caso de los que utilizan o se basan en:
- El láser
- Luz Intensa
- Ondas Electromagnética de alta y baja frecuencia
- Vacuoterapia
- Oxigenoterapia
- Electroporación
- Electrosmosis
- Ultrasonidos...
Es más, tan completos son estos aparatos, que la mayoría también incorpora otros tratamientos posibles, haciendo de la multiplicidad uno de sus mejores aliados no sólo para el cliente, sino también para el profesional y, por supuesto, para el empresario(a) dueño del centro.
¿Por qué? Porque la amortización de la inversión está asegurada, no sólo por los espectaculares resultados, sino también por sus inmensas posibilidades a
la hora de realizar tratamientos de todo tipo.
Otro capítulo en lo referido a la tecnología anti-aging es el de la formación. Las empresas deberán apoyar sus productos con la formación más amplia posible en el uso y manejo de estos equipos. Esto ya lo sabemos, y hemos de ser conscientes de ello a la hora de decidirnos por uno u otro. Pero también es muy importante el afán profesional por conocer más, por profundizar en este tema en concreto para así poder aconsejar aún más y mejor al cliente. No hay lugar a dudas, además de la acción mecánica del tratamiento que apliquemos con nuestro aparato anti-aging, hemos de aconsejar y guiar al cliente para que los resultados sean aún mejores.
El anti-aging posee una serie de reglas de comportamiento a observar que hemos de conocer e intentar que nuestro cliente las aplique a la vida cotidiana. El manual de Medicina Anti-aging tiene muy claro cuáles son los factores que aceleran el proceso de envejecimiento y que, por ende, hay que evitar:
- Sedentarismo
- Tabaquismo
- Alcoholismo
- Estrés
- Estados depresivos
- Dietas desequilibradas
- Radicales libres
- Genética
De ello se desprende que el ejercicio, la dieta adecuada y el control mental son pilares sobre los que apuntalar cualquier tratamiento antiaging.
Y sin lugar a dudas, la colaboración entre la Medicina Anti-aging y los profesionales de los centros de estética puede ser, de hecho ya se perfila como tal, una alianza indestructible en el futuro. Mejor aún, el mundo de posibilidades y de interacción se amplía insospechadamente. Para tratar el interior se puede también recurrir a acciones complementarias que abogan por el equilibrio, y con las que seguro que vosotros, lectores(as) ya estáis más que familiarizados:
- Kinesiología
- Flores de Bach
- Shiatsu
- Cromoterapia
- Técnicas de relajación...
Y es que lo que estamos buscando es el rejuvenecimiento, sí, pero no momentáneo, sino lo más permanente posible en el tiempo.
¿Por qué? Porque el público, además, lo demanda. Cada vez existe una franja mayor de personas que desea mantener "la eterna juventud". Nuestra clientela está asegurada. No se trata sólo de una moda pasajera, sino de una creciente realidad. Si queremos hacernos con esta franja cada vez más dispuesta a comprometerse con el sector de la belleza en lo referido al anti-envejecimiento, debermos asumir que la aparatología anti-aging existe y que debe ser un servicio que podamos ofrecer en nuestro centro o salón.
Las propuestas en cuanto a la maquinaria es muy amplia. No necesitamos de un gran despliegue de medios ni de espacio para dar respuesta efectivamente a esta demanda claramente en alza. Los modelos, formas y usos son muchos, y podemos escoger sin ningún tipo de inconveniente el aparato que más se acomode a nuestras necesidades y circunstancias.