El organismo puede tardar hasta dos semanas en reajustarse. La piel no es menos, y debe adaptarse al aumento de horas de luz solar y al insomnio que conlleva. Estas son las señales de que ya hemos adelantado los relojes en la piel.
» Inflamación cutánea.
“Cuando se duerme menos se activan las citoquinas proinflamatorias IL33, y estas están implicadas directamente en varios procesos fisiológicos dando lugar a una mayor flacidez y un debilitamiento de la barrera cutánea”, Paola Gugliotta, fundadora de Sepai, máster en Dermocosmética y postgrado en Genética e Inmunología por Harvard.
» Piel más opaca y poros visibles.
“Parece que una hora no es nada, pero durante la adaptación al nuevo cambio horario podemos observar alteraciones en nuestra piel: la falta de sueño produce un aumento en la secreción de cortisol, hormona del estrés. Esto se traduce en que por la mañana podemos observar nuestra piel un poco más opaca de lo habitual, así como los poros más visibles”, declara Estefanía Ferrer, ingeniera química, fundadora y CEO de Lico Cosmetics.
» Deshidratación y pérdida de firmeza.
“El cambio de hora implica cambios en los niveles de melatonina, la hormona que regula nuestras horas de descanso. Dormimos peor durante los primeros días y la falta de sueño tiene un impacto negativo en la piel, ya que provoca deshidratación y falta de elasticidad”, comenta Pedro Catalá, doctor en farmacia, cosmetólogo y fundador de Twelve Beauty.
» Ojeras más que visibles.
“Se duerme una hora menos, y además se produce un desajuste en los ritmos circadianos que hace que nos cueste más conciliar el sueño. Los despertares precoces también son más habituales y la mirada es la primera en mostrar las consecuencias”, asegura Sonia Márquez, directora de comunicación de Farma Dorsch.
» Sensibilidad más acusada.
“Y no solo anímicamente. Cualquier cambio genera estrés y en la piel esto se hace notar en forma de una mayor sensibilidad, rojeces, picor o tirantez. Es obligatorio fortalecerla con tratamientos calmantes que al mismo tiempo hidraten intensamente”, explica Begoña Gómez, experta en tratamiento de Yves Rocher.
Cosmética contrarreloj
Natural Moisturizer Probiotic Cream de Verdilab.
Protege la piel de todos los contaminantes ambientales a la vez que la hidrata intensamente y equilibra el microbioma cutáneo.
Tratamiento Antiedad Premium New Age de Farma Dorsch.
En 5 ampollas y con textura “cremi-gel”, unifica el tono y reestructura la dermis. Con retinol, ácidos grasos Omega 3 y 6, alfahidroxiácidos y vitaminas C y F.
Nutritive Repair Emulsion de Twelve Beauty.
Rica como un bálsamo y cálida como una emulsión. Sus ingredientes naturales regeneran la barrera epidérmica, detoxifican la piel y la hidratan intensamente.
E-Peptide Eye Serum de Lico.
Sérum ultraligero reductor de bolsas, ojeras y párpados caídos de resultados inmediatos. Con un tetrapéptido vegano y extracto de liquen islandés.
Calm Herbal Tea Moisturizer de Apoem.
Suaviza, calma y protege las pieles sensibles, enrojecidas o muy secas. Contiene aceites esenciales de pimienta negra, manzanilla y bergamota.
Sérum Recuperador de Noche Efecto Melatonina de Yves Rocher.
Con un 99% de ingredientes de origen natural y textura ‘efecto almohada’ que invita al relax, consigue que el rostro despierte saludable, luminoso y lleno de energía.
Moisturizing Renewal Cream Nightly de Révive.
Crema de noche hidratante y retexturizante que exfolia suavemente para renovar la piel, borrando las imperfecciones y disminuyendo las líneas de expresión.
Moist Relief Mask de Sepai.
Apaga la sed de las pieles más deshidratadas. El efecto calmante y desestresante es instantáneo, mientras sus activos actúan aportando hidratación y protección.