Hace tan solo unos días, saltaba la noticia. La empresa de cosméticos Lush decide cerrar sus cuentas en Facebook, Instagram y Twitter porque, dice, "se cansó de luchar con la tecnología".
Pero Lush, precisamente, no ha sido la única empresa en cerrar sus cuentas digitales, aunque éste siga siendo, no obstante, un hecho que sorprenda y llame poderosamente la atención en un mundo en el cual todo parece girar en torno a lo digital y en el que si no estás en las redes, también parece, a priori y para quienes sí las usan, que no eres nadie.
Hemos de decir también que mucho ha cambiado la esfera 2.0 desde sus inicios hasta ahora. Incluidas, por supuesto, las RR SS que ya no son lo que eran y van a continuar su transformación en detrimento de la mayoría, creemos.
Por un lado, el todo poderoso 'face' que cercena a golpe de algoritmo la visibilidad de cualquier y todo post en función de si pagas o no, cuando nació siendo todo lo contrario. Lo que por supuesto ha aburrido a la mayoría.
Y por otro Instagram, que sí, está muy bien, disfruta de un muro dinámico y muy atractivo, pero que te obliga a lo mismo, a pagar o a contratar herramientas de posicionamiento, sin las que tu repercusión es efectivamente, 'de risa'.
Sin olvidar que ni todo el mundo está en las redes ni todo el mundo las sigue realmente.
La tiranía del algoritmo
Hecho este primer análisis, vayamos a la noticia que ha causado la sorpresa y alimentado el debate. La compañía de cosméticos y productos de belleza Lush, anunciaba efectivamente hace escasas fechas la noticia del cierre de sus cuentas en RR SS a través de Twitter, Facebook e Instagram, en donde tiene 202.000, 423.000 y 570.000 seguidores respectivamente. También dijo que cerrará los canales de sus submarcas Lush Kitchen, Lush Times, Lush Life, Soapbox y Gorilla, en donde acumula decenas de miles de fans. El principal motivo, el cansancio de luchar cada segundo con la tirarían de los algoritmos que te dejan a su criterio o no, visible o invisible.
'Administrar una estrategia de redes sociales efectiva y asegurar que el personal que maneja todas esas cuentas se adhiere a la política de la empresa es costoso y consume mucho tiempo' afirma Rory Cellan-Jones."Las redes sociales cada vez nos dificultan más hablar entre nosotros directamente. Estamos cansados de luchar contra los algoritmos, y no queremos pagar para aparecer en sus muros. Así que decidimos que es hora de despedirnos de algunos de nuestros canales", declaró la empresa.
"No queremos limitarnos a tener conversaciones en un solo lugar. Queremos que lo social vuelva a estar en manos de nuestra comunidad... Queremos que esté más vinculado a lo que nos apasiona, y menos a los likes".
La firma concluyó su mensaje diciendo y avisando de que “no es el final, sino el comienzo de algo nuevo”.
Lush pidió a sus clientes que le contacten a través del e-mail, del teléfono o en su sitio web. Y dijo que probaría un nuevo enfoque basado en hashtags (las etiquetas que permiten agrupar temas) para quienes quieran hablar con ellos a través de internet.
Por supuesto, muchas han sido las voces que han expresado su sorpresa ante esta drástica decisión. Sobre todo, influencers, y grandes cuentas con millones de seguidores que basan sus estrategias en estos, precisamente.
Otras empresas que han huido de las redes sociales
Sin embargo, y tal y como comentábamos al principio, no es el único caso.
En 2018, la cadena de pubs británica Wetherspoons también eliminó sus redes sociales. La empresa dijo adiós a sus 44.000 seguidores en Twitter, y a su relativamente 'pequeña' comunidad en Facebook (100.000) e Instagram (6.000).
La compañía, que tiene unos 900 pubs y varios hoteles en Reino Unido, argumentó su decisión por la mala imagen de las redes sociales y el problema de los 'troles' en internet, y dijo que le preocupa "el mal uso de los datos personales" y "la naturaleza adictiva de las redes sociales".
Su fundador y presidente, Tim Martin, opina que "la sociedad sería mejor si la gente dejara de usar las redes sociales". Quien también informó de que sus clientes podrían seguir comunicándose con la empresa a través de su web o de su revista. Martin declaro que no creía que "cerrar estas cuentas vaya a afectar a nuestro negocio".
En esta revisión de las empresas que deciden desaparecer de las redes sociales, hay voces especializadas que opinan al respecto.
El corresponsal de tecnología de la BBC, Rory Cellan-Jones, sin ir en contra de ellas, a priori, ha asegurado que "administrar una estrategia de redes sociales efectiva y asegurar que el personal que maneja todas esas cuentas se adhiere a la política de la empresa es costoso y consume mucho tiempo".
Por su parte, el empresario Elon Musk borró las páginas de Facebook de sus compañías Tesla y SpaceX, coincidiendo con la campaña #deleteFacebook (borra Facebook), que surgió tras el escándalo de Cambridge Analytica. Aunque, también dijo en su momento que su decisión no tuvo nada que ver con eso.
"No es una declaración política y no lo hice porque alguien me retara a hacerlo. Simplemente no me gusta Facebook. Me pone los pelos de punta", dijo Musk en Twitter.
También aseguró que nunca pagó por publicidad en esa plataforma. Las páginas de Facebook fueron eliminadas en abril de 2018.
Sin embargo, tanto Tesla como SpaceX siguen teniendo presencia en Instagram, con 5,6 millones y 4,6 millones de seguidores respectivamente.