El doctor en Ciencia y Tecnología Cosmética, Pedro Catalá, especializado en activos naturales, desmonta 9 mitos cosméticos. Fundador de Twelve Beauty, Catalá revisa en este artículo y desarticula un total de nueve creencias en torno a la belleza. Descubrimos así lo que aún no sabías sobre cosmética.
Un total de nueve falsos mitos
1) EL pH DE LA PIEL ES 5.5.
No exactamente.
La escala de valores del pH van desde el 0 (muy ácido) hasta un máximo alcalino de 14, por lo tanto se habla de neutralidad para referirse a todo aquello que está alrededor de 7. A pesar de que el valor del pH de la piel ha tenido durante décadas a la comunidad científica dividida con valores en torno al 5.5, recientes estudios han demostrado que el pH de las capas más externas de la epidermis es de 4.92.
2) LO ORGÁNICO ES MEJOR.
No necesariamente.
Uno de los grandes desafíos de la cosmética natural es la reproducibilidad de los extractos vegetales: esto significa que no siempre se obtienen extractos derivados de plantas con las mismas características. También hay que tener en cuenta el fácil "enranciamiento" de los aceites vegetales. Un aceite derivado de plantas, incluso bío, de mala calidad o mal conservado, además del desagradable olor contendrá un elevado número de radicales peróxidos que provocan reacciones oxidativas que podrían derivar en un envejecimiento de la piel y una fuerte irritación.
3) SELLOS COMO ECOCERT SON GARANTÍA DE SEGURIDAD.
No siempre.
Hay muchas sustancias naturales aprobadas por Ecocert y otros sellos bío que son terriblemente irritantes. Muchos de nosotros relacionamos el producto natural como una alternativa más segura respecto a la cosmética clásica. Lamentablemente no es siempre así, ya que por ejemplo tenemos los aceites esenciales, con una gran capacidad de penetrar la barrera cutánea, que están repletos de alérgeno. También algunos conservantes (permitidos incluso en el sector alimentario) como el sorbato de potasio (en etiqueta potassium sorbate) pueden provocar problemas.
4) LA MEJOR COSMÉTICA ES LA COREANA.
No para las pieles occidentales.
La cosmética proveniente de Corea del Sur (K-beauty) es estupenda sobre el papel pero la realidad es que la piel blanca caucásica es estructuralmente diferente de la piel asiática y tiene diferentes necesidades en cuanto a texturas e ingredientes. También hay que tener en cuenta que los productos coreanos dan prioridad a la sensorialidad y en su mayoría son emulsiones evanescentes, extremadamente ligeras sobre la piel debido a un elevado contenido en siliconas que confieren a la piel un toque sedoso pero que no aportan ningún beneficio.
5) LOS INGREDIENTES DE DESTINOS LEJANOS FUNCIONAN MEJOR.
No tiene por qué.
En muchas ocasiones todo es una cuestión de marketing y de buscar nombres exóticos. La cosmética coreana, por poner un ejemplo, suele incluir extractos botánicos provenientes la mayoría de una isla al sur de Corea, llamada Isla Jeju. Sin embargo, las plantas que encontramos en esta isla paradisíaca no son mejores respecto a las que podemos encontrar en Europa. En Brasil, el aceite de Pataua se considera la panacea de la belleza. Una vez analizado, su composición es casi idéntica al aceite de oliva.
6) EL ÁCIDO HIALURÓNICO DEBE TENER DISTINTOS PESOS MOLECULARES PARA FUNCIONAR CORRECTAMENTE.
No en realidad.
La molécula de ácido hialurónico tiene un gran volumen, y a pesar de que existen AH con distintos pesos (la molécula original viene dividida en tamaños menores), en el momento de la aplicación siempre quedará una molécula grande con dificultades para penetrar la barrera cutánea.
7) UN PRODUCTO ES MEJOR CUANTO MÁS PENETRE EN LA EPIDERMIS.
¡No!
No olvidemos que realmente el objetivo del cuidado de la piel es el opuesto: reforzar la barrera de la piel para protegerla frente a agresiones externas. El Reglamento (CE) Nº 1223/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de noviembre de 2009, sobre los productos cosméticos, define "producto cosmético" como "toda sustancia o mezcla destinada a ser puesta en contacto con las partes superficiales del cuerpo humano (epidermis, sistema piloso y capilar, uñas, labios y órganos genitales externos) o con los dientes y las mucosas bucales, con el fin exclusivo o principal de limpiarlos, perfumarlos, modificar su aspecto, protegerlos mantenerlos en buen estado o corregir olores corporales". Dicho esto, es lógico que un cosmético no debe penetrar, sino que debe actuar en las capas superficiales de la epidermis. Si penetrara, pasaría a otra categoría, la de fármaco.
8) SÓLO FUNCIONAN LOS COSMECÉUTICOS.
Tampoco.
Mucha gente de la industria utiliza el termino "cosmecéutico" para dar la idea que su cosmético es más
eficaz que uno convencional y que incorpora principios activos medicinales a formulaciones
cosméticas. La FDA de EE UU es muy tajante en el asunto y no reconoce ese término. Otra cuestión de marketing y estrategia de venta.
9) LA NANOTECNOLOGÍA ES EL FUTURO DE LA COSMÉTICA.
Rotundamente, ¡no!
Es más, ahora mismo está en el punto de mira del brazo cosmético regulatorio de la Unión Europea para verificar la seguridad de su uso. Sólo cabe preguntarse qué ocurriría si una de esas moléculas, cuya función es la de estimular la renovación celular, pasa al torrente sanguíneo (sería fácil si puede penetrar hasta la dermis o capas inferiores de la piel) y encuentra una célula cancerígena. Recordemos que es normal tener células "defectuosas" en círculo a partir de los 40/50 años, que por fortuna en la mayoría de los casos nuestro sistema inmunitario consigue destruir. Pero ahí queda la pregunta.