Carlos Bardullas: 'Cortar el pelo con las dos manos te obliga a salir de la zona de confort'

Carlos Bardullas aterrizó en la peluquería por casualidad. Le interesaban más otros oficios: magisterio, decoración, interiorismo, pintura y todo aquello relacionado con el arte. Es más, cuando se dio cuenta de que le gustaba esta profesión, lo hacía todo al revés de lo que le decían: "Ya entonces me gustaba arriesgar y experimentar", reconoce. El ejemplo más claro es su técnica de corte, en la que empezó a trabajar 20 años atrás. Bardullas corta el cabello con las dos manos a la vez, cambiando la dirección y la estructura del cabello. "Yo no empleo la navaja, ni la tijera de entresacar, solo unas tijeras japonesas. No obstante, la clave de mi técnica está en las manos y en la forma de trabajar con ellas".

Beauty Market: Hablemos de tu técnica, Carlos. Llama la atención el ver a un peluquero cortando el cabello con las dos manos a la vez. ¿Cómo surgió la idea? ¿Te llevó mucho tiempo conseguirlo?
Carlos Bardullas: Desde que empecé en esta profesión, de manera casual, he procurado formarme con los mejores (Toni & Guy, Vidal Sassoon, etc.), donde he desarrollado diferentes técnicas. A partir de ahí, me he esforzado mucho para trabajar con las dos manos. Me di cuenta que si trabajaba con la mano derecha, el cabello se inclinaba hacia un lado, y lo mismo sucedía con la izquierda. Pensé que podía cambiar la forma del pelo trabajando con ambas manos. Empecé a practicar sobre muñecas durante muchas horas. Y observé que podía cambiar la textura del pelo cuando lo cortaba con ambas manos e inclinaba hacia un lado u otro. Esto me ha llevado más de un año.

B.M.: Además de una textura diferente, ¿qué otros cambios pudiste apreciar en el pelo?
C.B.: Con esta técnica, me di cuenta de que el cabello mejoraba y se veía diferente. Para que te hagas una idea, las melenas de cabellos finos pueden ganar volumen; por el contrario, aquellas con demasiada cantidad de pelo, pueden reducir ese volumen extra. Incluso se puede conseguir más o menos rizo, ondas, movimiento, etc. Poco a poco, la fui perfeccionando y puliendo, hasta convertirla en lo que es. Tengo gente que viene de dentro y fuera del país y listas de espera de hasta cuatro meses. Por lo tanto, es más que un corte de pelo.

B.M.:¿A qué te refieres?
C.B.: Me refiero a que el efecto en el cabello sería como el de un moldeado o incluso cualquier otro trabajo diferente. Este corte ayuda a que el cabello se quede en su sitio, simplemente secándolo al aire o aplicando algo de producto de styling. Para mí, un corte de cabello debe tener unas características importantes: estar bien hecho, encajar con las tendencias, que le guste a la clienta y se mantenga a pesar del paso del tiempo. Hablamos de varios meses sin necesidad de ir a la peluquería. Otra cosa importante de esta técnica es que trabaja sobre las puntas, por eso estas no se abren. Las mechas se separan y el pelo, en general, pierde ese efecto pesado, de bloque, que no le gusta a la clientela. El pelo tiene más movimiento, pero no se ven las capas que sí se aprecian con otros cortes. Ya no se trata únicamente de verme cortar el pelo con las dos manos a la vez: el resultado es completamente diferente.

B.M.: Supongo que hablamos de cabellos cortos...
C.B.: Cortos, largos, medios, lisos, rizados, con ondas... Esta técnica está indicada para todo tipo de pelo.

B.M.:¿Qué se siente cuando te apodan el manostijeras de la peluquería, tanto a nivel mediático como entre compañeros de profesión?¿Qué sensaciones te transmite?
C.B.: Me hace mucha gracia pero tengo la sensación de que se fijan mucho en la puesta en escena y poco en los resultados de ese corte. No se dan cuenta de la importancia que tiene cortar el pelo y trabajar las puntas del pelo.

B.M.: Desde hace dos décadas aplicas esta técnica que se puede ver, en vivo, en tu salón, Bardullas & Vidal situado en A Coruña. También participas en demostraciones y cursos, como embajador de Kadus Professional. En general, ¿qué acogida tiene esta técnica entre los estudiantes y profesionales que acuden a tus formaciones?¿Cómo suelen reaccionar?
C.B.: Al principio no se lo creen. Parece que hagas un espectáculo y les vendas humo. La reacción es tremenda cuando empiezan a ver los efectos del corte sobre el pelo de las modelos. Se levantan y empiezan a hacer fotos. Algunas modelos ganan volumen incluso con el pelo húmedo; y al revés. La acogida es muy buena: ya he participado en formaciones, con una afluencia de 100 personas de media, para Kadus Professional en diferentes puntos de España.

B.M.:¿Les parece difícil?
C.B.: Sí, al verme trabajar me dicen: "Yo no puedo trabajar con las dos manos. Para mí, esto es imposible". A lo que les contesto: "No es imposible: yo lo hago. Tú también puedes hacerlo". En el caso de que, efectivamente, no puedan trabajar con las dos manos, sí les doy pistas de lo que pueden conseguir con una. Como mínimo un 50% de lo que podrían lograr con ambas manos. Por ejemplo, que puedan mejorar y cambiar la estructura del pelo empleando una mano. El truco está en trabajar y practicar.

B.M.: Deduzco que existe una especie de barrera psicológica. Cortar el pelo con las dos manos supone romper con los hábitos de trabajo de años y esto no es nada fácil.
C.B.: Claro, porque representa salir de la zona de confort. En peluquería es necesario innovar y aprender cosas nuevas. Sin esfuerzo no vamos a conseguir nada. A mí me apasiona mi trabajo y tengo clara una cosa: odio estar en la zona de confort.

B.M.: En términos generales, ¿cómo valoras la peluquería de nuestro país?
C.B.: Es un sector muy reconocido dentro de nuestro país, aunque no es fácil encontrar colaboradores. Algunos son muy buenos y ya trabajan para otras firmas; otros se han acomodado. En mi opinión, se debería sustituir la guerra de precios por la de calidad. Ya no se trata únicamente de asistir a eventos y cursos, sino de dedicar una hora todos los días a hacer algo diferente de lo que se suele realizar en el salón. Trabajamos en moda y esta se halla en constante evolución. O nos ponemos al día o nos quedamos atrás.

B.M.: Después del corte, ¿qué importancia le das al color?
C.B.: El color es importantísimo, porque le aporta diferenciación al look. Nos permite jugar con texturas, medios y raíces. Nosotros buscamos crear una armonía entre corte y color. Se lleva la naturalidad, pero que el resultado final no sea aburrido. Este año viene mucho el bronde, el ronze y los tonos pelirrojos y rubios.

B.M.: En cuanto a cortes, ¿qué se va a llevar esta temporada?
C.B.: Sobre todo las melenas midis y largas. En cabellos cortos, veremos cortes naturales, con efecto despeinado, desaliñado, muy grunge. Los cortes shag, capeados, que se adapten a la forma de la cabeza. Y por supuesto los flequillos, adaptados a estos peinados con capas. También los bobs, a la altura de la clavícula, en cabellos lisos y rizados.

B.M.: Desde hace un año, representas a Kadus Professional en eventos y formaciones. ¿Qué balance haces de esta experiencia?
C.B.: La experiencia ha sido estupenda, maravillosa. Me han acogido muy bien y me han dado libertad absoluta para hacer mis creaciones. Estoy muy contento con la firma y también con la gente que me rodea. Me han apoyado desde el principio y espero seguir con ellos durante mucho tiempo más.

B.M.: En tu opinión, ¿qué cualidades debe tener un buen educador?
C.B.: Creo que debe enseñar desde la humildad y la honestidad. Es necesario que trabaje desde la honestidad y dé lo mejor de sí mismo. Todo lo que transmita y haga, le va a servir a aquella persona que le escuche. Por lo tanto, es importante ser consciente de todo lo que te he dicho. Y también es importante educar en la cultura del esfuerzo.

B.M.: ¿Qué nos puedes decir de tu salón, Bordullas & Vidal, en A Coruña?
C.B.: Para que te hagas una idea, abrí mi salón en un pueblo gallego 30 años atrás. Hace 14 años que estamos aquí, en A Coruña. Más que una peluquería, femenina y masculina, parece una especie de clínica. Tenemos un montón de salas diferentes, con la idea de ofrecer una peluquería personalizada. Hacemos un diagnóstico de cada cliente y lo tratamos de la manera más individual posible. Tenemos salas de maquillaje, color, corte, etc. Esto me obliga a estar siempre en el salón, pero me encanta.

B.M.: Por último, ¿cuáles son tus proyectos a corto, medio y largo plazo?
C.B.: Me siento muy cómodo en mi faceta formativa. También me planteo lanzar mi propia colección y darle valor añadido a mi técnica. Voy a seguir con Kadus, impartiendo clases magistrales de corte para grupos reducidos. Desde luego, me encantaría dar estas formaciones incluso a nivel internacional, como artista global de la firma. Y a largo plazo, no descarto abrir un centro formativo para profesionales. Para mí es muy importante enseñar aquello que sé y darle un plus a este oficio que me apasiona.