Los aminoácidos, claves para tener una piel sana

Los aminoácidos son los bloques de construcción de la piel, el cuerpo humano y los procesos biológicos, por lo que no es de extrañar que su papel en la reparación y el rejuvenecimiento de los daños causados por el sol, el acné, los peelings químicos y el láser es fundamental. Igualmente importante es el desarrollo de una estrategia para aumentar su presencia diaria para el mantenimiento de una apariencia juvenil. Los esteticistas y los médicos tienen la difícil tarea de decidir qué péptidos (combinaciones de aminoácidos), suplementos de proteínas (incluyendo colágeno, una cadena de aminoácidos) y factores de crecimiento (cadenas complejas de aminoácidos) son más eficaces para la salud de la piel.

En primer lugar, echemos un vistazo a los aminoácidos más importantes en términos de salud de la piel. La siguiente lista parcial incluye los aminoácidos en su orden de importancia basados en las cantidades encontradas en la piel humana: lycina, prolina, alanina, hidroxiprolina, ácido glutámico, arginina, ácido aspártico, serina, lisina, leucina, treonina y fenilalanina.

El colágeno está hecho de (hidroxi) prolina, lisina y glicina. La elastina utiliza el mismo grupo con la adición de valina y alanina. Al igual que con cualquier combinación de proteínas, el secreto para conectar aminoácidos es hacerlos "pegajosos" para que puedan unirse a los demás a través de un proceso llamado hidroxilación. Los principales actores en la fabricación de hidroxiprolina y los otros aminoácidos modificados son la vitamina C y el glutatión, ya que restauran continuamente el ácido ascórbico después de que se oxide en el proceso de hidroxilación.

La piel utiliza constantemente aminoácidos para su proceso de mantenimiento y reparación mediante la construcción de proteínas esenciales que pasan a formar parte de su infraestructura. Las proteínas como la fibrilina y la tropoelastina son esenciales para la fabricación de elastina. El colágeno se basa en el tropocollagen para su construcción y en la fibronectina y la integrina para su transporte. Estas moléculas más grandes se componen de varios cientos de aminoácidos perfectamente combinados que operan dentro de la compleja red que es el sistema inmunológico de la piel.

La piel utiliza constantemente aminoácidos para el proceso de mantenimiento y reparación.

Debe enfatizarse que la piel tiene niveles de complejidad asombrosos que son sensibles a la escasez, así como a los excesos de sustancias/mensajeros particulares tanto en los modos de mantenimiento como en los de reparación. Cada año de la vida adulta la circulación de la piel disminuye alrededor de uno por ciento. A la edad de 50 años, la piel recibe aproximadamente el 25 por ciento menos de nutrición, lo que afecta a la cantidad de producción de colágeno/elastina de reparación. La solución a esto es no quemar, exfoliar o dañar más la piel (lo que lógicamente conduce a más escasez), sino más bien alimentar la piel con los aminoácidos y proteínas necesarios que se han quedado cortos en el suministro con la edad.

El futuro del cuidado de la piel se basa en nuevas innovaciones para restaurar la entrega de nutrientes perdidos, para que así la piel pueda operar en sus niveles más eficientes. De esta forma es posible la reversión permanente de la edad, restaurando la función inmune a niveles juveniles. Uno de los beneficios de la niacinamida es su efecto de vasodilatación, donde aumenta el suministro de alimentos, incluyendo aminoácidos, a la piel. Sustancias como VEGF (Factor de Crecimiento Endotelial Vascular) y Hepatocyte Growth Factor (HGF) aumentan la formación de nuevos vasos sanguíneos, lo que ayuda a crear aún más capacidad de rejuvenecimiento. Los aminoácidos en los productos de cuidado de la piel deberían ir encaminados hacia la aceleración de la producción de proteínas claves para la piel.

El uso tópico de aminoácidos es beneficioso principalmente porque tienen un peso molecular promedio de 110 Daltons, que está muy por debajo de la regla de los 500 Dalton. Esta es una guía para los formuladores que postulan esencialmente que las moléculas por encima de 500 Daltons tienen muchas más dificultades para penetrar en la piel. Un enfoque altamente eficaz en las formulaciones es la tecnología de dedo de zinc, que utiliza aminoácidos individuales en combinación con ácido ascórbico y minerales para activar cambios dramáticos en la piel, incluyendo el ADN y la reparación del tejido cicatricial. Esto puede diferenciarse de la larga lista de péptidos que luchan por penetrar en la piel, porque en la mayoría de los casos superan con mucho los 500 Daltons.

Los factores de crecimiento son escasos a medida que envejecemos. Contienen miles de aminoácidos en cada molécula. Lógicamente se puede suponer que la escasez de aminoácidos resulta en la producción de menos factores de crecimiento. La creación de nuevas formaciones de vasos sanguíneos es una parte de su impacto, pero también están moderando la producción de colágeno/elastina, la reparación de heridas y la mayoría de las actividades del sistema inmunológico de la piel. Una reciente y notable mejora en la producción de factores de crecimiento utilizando células madre humanas y fibroblastos ya está disponible. Con métodos pendientes de patente para estimular la mayor producción de estas células pluripotentes, ahora podemos ver un aumento del 350 por ciento en proteínas cutáneas críticas como la fibrillina, la fibronectina, el tropocollagen y la tropoelastina entre otras 600 proteínas identificadas. Esto es especialmente importante teniendo en cuenta que hasta la fecha, la mayoría de estas proteínas no estaban disponibles. Incluso el colágeno tópico es derivado de animales e irradiado en su forma más grande, por lo que la penetración es imposible. El uso de células madre nos permite acceder a la forma humana más biodisponible de colágeno y proteínas clave.

En conclusión, los aminoácidos son esenciales para la salud de la piel y su presencia se reduce con la edad. Reponerlos con productos tópicos es muy beneficioso para la piel. Los aminoácidos en las cadenas peptídicas no son tan idóneos porque su tamaño les impide alcanzar las capas más profundas de la piel. Proporcionando aminoácidos individuales, se permite que la piel produzca los péptidos que necesita. Cualquier cosa que pueda ayudar a la piel a aumentar la circulación -ya sea niacinamida o factores de crecimiento- va a mejorar la entrega de aminoácidos junto con el aumento de la reparación y el rejuvenecimiento debido a la creciente formación de nuevas células sanguíneas.