Aceite de nim, del árbol del milenio: un tesoro indio para la piel

Este aceite vegetal se extrae de las semillas del árbol de nim, de hoja perenne, localizado en el subcontinente indio. La Azadirachta índica, más conocida como margosa o árbol de nim, es algo así como una farmacia de lo más completa. Cuenta con alcaloides como la margosina y otros activos capaces de combatir más de 60 enfermedades y dolencias comunes, tales como tuberculosis, sarampión, lepra, malaria, diabetes, bronquitis, parásitos intestinales, hipertensión, artritis, piorrea, sinusitis, sífilis, hemorroides, psoriasis, tiña, úlceras y un larguísimo etcétera. Difícilmente existe otro recurso vegetal tan versátil, con tantas aplicaciones terapéuticas. De ahí que las Naciones Unidas haya declarado al neem "árbol del siglo XXI".

Desde el punto de vista comercial, el aceite de nim o neem es la aplicación más importante de las que se puedan obtener de dicho árbol. Se emplea en la producción de jabones, productos para el cabello y cosméticos faciales y corporales en países como India, Bangladesh y Birmania.

De color marrón, más o menos oscuro, este aceite se caracteriza por su sabor amargo y olor fuerte, mezcla entre cacahuete y ajo. Aunque tiene una textura aceitosa, el aceite de neem puro se absorbe rápidamente a través de los poros, sin alterar la producción de sebo en la hipodermis.

Un regalo para la piel y el cabello

El aceite también se usa en medicina ayurvédica, que restablece el equilibrio entre mente y cuerpo. Sus propiedades -hidrata y nutre la piel además de combatir problemas cutáneos y capilares- han contribuido a su gran acogida, sobre todo, en el mundo oriental.

El aceite es útil como tratamiento contra afecciones de la piel y el cuero cabelludo –psoriasis, acné, caspa, etc.- gracias a sus propiedades bactericidas que desinfectan en profundidad. Este óleo regula la secreción de sebo, en especial en la zona T (frente y nariz). Así, se reducen los granitos. También se aconseja en casos de piel hipersensible. Combinado con óleo de argán, constituye un cosmético eficaz. Asimismo es un exfoliante natural eficaz, mezclado con arcilla verde o blanca.

En el rostro, el aceite de neem se aplica acompañado de otros óleos (de argán, de almendras, etc.), de forma que se da una presencia más variada de vitaminas y ácidos grasos esenciales para el metabolismo celular. Representa una gran fuente de vitaminas, minerales y proteínas, desconocida por muchos consumidores occidentales.

Acompañado de otros ingredientes cosméticos, el óleo de nim servirá como revulsivo contra el envejecimiento prematuro del rostro. Se evita la aparición de arrugas y cualquier otro signo de la edad, tras un uso prolongado. También se tonifican los pómulos, de modo que se obtiene un aspecto más juvenil.

En cuanto a sus aplicaciones capilares, se puede elaborar una mascarilla casera combinada con aceite de argán. Se obtiene un efecto alisador y reparador sobre el cabello. El pelo aparece disciplinado, con volumen y nada encrespado. En resumen, se mejora el estado del cuero cabelludo y las puntas abiertas.

Algunos lanzamientos cosméticos con aceite de nim

La firma italiana My.Organics, ha creado dos líneas a base de aceite de nim: The Organic Neem Oil, para el cuerpo, y My.Scalp, destinada al cuidado capilar. La primera se aplica como óleo hidratante y nutritivo para cuerpo y rostro. Igualmente, se puede aplicar como base para realizar un peeling, mezclándolo con las sales de la línea My.Scalp de My.Organics (sales del Himalaya con salvia) rica en nutrientes y minerales.

Por su parte, My.Scalp contribuye a fortalecer la melena. Con el uso diario, se mejora la circulación sanguínea y se estimula el crecimiento del cabello. Su acción lubrificante e hidratante en el cuero cabelludo, ayuda a obtener un cabello menos quebradizo, seco y fino.