Los principales errores en el cuidado facial

Los españoles son de los europeos que más productos cosméticos consumen cada año. Además, existen diversos estudios que afirman que cada vez gastan más en peluquería y tratamientos de belleza. Entre sus principales preocupaciones está el evitar que aparezcan en la piel los signos del envejecimiento.

Para José Luis Cerrillo, director de Laboratorios Válquer, los datos demuestran que los españoles son conscientes de la necesidad que tiene la piel de ser cuidada. Pero ya no sólo por una cuestión estética, sino también, y más importante, por una cuestión de salud.

Los fallos cometidos

Aunque, según su experiencia como fabricantes de cosméticos desde hace más de 40 años, los consumidores siguen teniendo algunas ideas equivocadas de lo que sería un correcto cuidado facial, que les alejan de que éste sea perfecto. Por eso, el director de Laboratorios Válquer indica cuáles los principales errores que se comenten, entre los que se encuentran:

No limpiar correctamente el rostro antes de aplicar el tratamiento: Para que una crema funcione es indispensable que la piel esté limpia. Se trata de que no exista ninguna barrera entre el tratamiento y el rostro que pueda contaminar el producto o hacer que éste pierda eficacia al no facilitar su absorción completa.
Lo ideal sería utilizar productos específicos de limpieza e incidir en este aspecto sobre todo al final del día. Sobre la correcta absorción del producto indica que "siempre recomiendan elegir cosméticos con base de agua purificada, ya que el agua más limpia transmite menos impurezas a la piel".

Echar demasiada cantidad de producto: "Aplicar demasiado producto de una sola vez no quiere decir que se vayan a conseguir efectos más rápidamente. Lo ideal es elegir la cantidad justa para que se absorba con facilidad, y esta cantidad justa dependerá por supuesto del tipo de piel, si es grasa, si es seca, de la edad... etc.", afirma José Luis Cerrillo. El exceso de crema sobre el rostro es, además de poco práctico, un error al taponar los poros y provoca brillos en la piel, normalmente debido a una superhidratación momentánea.

Usar el mismo producto en el contorno que en el resto del rostro: La piel del contorno de los ojos no tiene nada que ver con la del resto de la cara; es más fina y tiene más tendencia a las arrugas. Por ello necesitan cremas más ligeras que se absorban rápido. Sobre este punto es conveniente incidir en que es conviene aplicar las cremas comenzando por las más ligeras y acabar por las más untuosas.

Frotar la piel, especialmente el contorno de los ojos: Muchas personas aplican con excesiva presión el producto la crema y en sentidos poco ortodoxos. "Lo conveniente es realizar un suave masaje en el rostro, siempre desde dentro hacia afuera, y en la zona del contorno de ojos desde fuera hacia adentro; siempre en un único sentido", explica José Luis Cerrillo.
"Del mismo modo se recomiendan pequeños toques ya que frotando con cierta presión, se podrían desplazar los tejidos y a la larga perderíamos elasticidad. Este punto también es importante al secarnos la piel, lo ideal es secar a base de pequeños toques en el rostro", añade.

Elegir el cuidado en base a la experiencias de otros: Cada piel es distinta y posee diferentes necesidades. Al elegir cremas, muchos se dejan llevar por los resultados que el cosmético ha tenido en otros, pero que no tienen porqué ser iguales en uno mismo. Hoy en día existen gran cantidad de productos, e incluso la posibilidad de hacer cremas personalizadas, por lo que conviene contar con el asesoramiento experto para elegir el cosmético en base a las características de la piel o a los signos que se deben tratar.

Abandonar el protector solar cuando se acaba el verano: Que la crema facial tenga protección solar es indispensable en todas las épocas del año, pero muchos lo abandonan cuando acaban los meses de más calor. El sol incide y provoca daños en nuestra piel en todas las épocas del año. La elección del factor de protección dependerá del fototipo de piel, por lo que desde Laboratorios Válquer recomiendan que la crema de día siempre lleve protección, por poca que sea.

No ser constante: Hay que ser constante si se quieren obtener resultados. Los cuidados deben ser diarios. "Hay que entender la aplicación de cremas o tratamientos faciales de la piel como un ritual de belleza y salud que nos permite relajarnos y dedicarnos un momento para nosotros cada día", incide Cerrillo.

Fuente: Laboratorios Valquer.