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Felip Caudet es un fisioterapeuta y acupuntor que está introduciendo la técnica de la moxibustión japonesa en España. De hecho, acaba de publicar un libro que es la única referencia en todo el mundo escrito en castellano. Además, escribe un interesante blog (http://www.harikyu-in.blogspot.com) que ayuda a divulgar esta técnica que dará mucho que hablar en el futuro.

Beauty Market: ¿Cuáles fueron tus inicios en la profesión?
Felip Caudet: Desde que era muy joven siempre estuve interesado en la salud y en todas las formas de curación, sobre todo las que se referían a formas tradicionales. Tras mis estudios elementales empecé formándome en acupuntura china y naturopatía, para después pasar a la universidad a formarme en fisioterapia, especializándome en el tratamiento de la postura. Tras finalizar los estudios universitarios establecí mi propia clínica.

B.M.: ¿Cuándo te interesaste por la moxibustión japonesa?
F.C.: Después de años utilizando la acupuntura china, había aspectos que no me convencían del todo, así que mediante la lectura, y posteriormente formándome específicamente con grandes maestros internacionales, descubrí que en otras partes del mundo se practicaban estilos muy diferentes a los chinos.

B.M.: ¿Así descubriste esta técnica japonesa?
F.C.: Por aquel entonces estaba preparando un libro sobre moxibustión china para fisioterapeutas, y en la búsqueda de información encontré un maestro en Brasil, Antonio Augusto Cunha, quien me explicó una técnica de la que apenas había oído hablar: el okyu. Aquello fue increíble, así que decidí empezar a practicarla, y al ver sus espectaculares resultados me enamoré de esa práctica. Pasé tres semanas soñando cada día en esa técnica.

B.M.: ¿Dónde te formaste en esta especialidad?
F.C.: Decidí viajar a los Estados Unidos y a Japón para continuar formándome con Fukushima Tetsuya y Shinma Hideo, actualmente los mejores maestros del mundo en la técnica.

B.M.: ¿Fue entonces cuando decides practicarla en España?
F.C.: Después de conocer a estos maestros, y ver que era importante y necesario divulgar estas técnicas, decidí estructurar los cursos para enseñar en nuestro país y en Europa.

B.M.: ¿Nos podrías explicar brevemente en qué consiste?
F.C.: Clásicamente se entiende por moxibustión la aplicación de calor en el cuerpo. La diferencia notable en el caso del okyu es que ese calor se aplica de una manera muy concentrada y controlada en puntos específicos del cuerpo.

B.M.: ¿Parecido a la acupuntura?
F.C.: Conceptualmente se parece más al ejercicio acupuntural con agujas que a la aplicación masiva de calor. La técnica básica consiste en la confección manual de unos conos de artemisa (Artemisia Princeps) del tamaño de un grano de arroz, que se aplican directamente y se encienden sobre la piel. La técnica es muy suave, agradable y elegante pues los conos son encendidos mediante una barrita de incienso.

B.M.: ¿Qué nos aporta?
F.C.: La moxibustión japonesa permite abordar y conocer el cuerpo desde un punto de vista poco común como son las microadaptaciones que el cuerpo hace ante la enfermedad. Estas adaptaciones son conocidas como puntos vivos. Con una metodología específica encontramos esos puntos vivos y les aplicamos okyu, consiguiendo una facilitación inmediata de la capacidad de recuperación natural del cuerpo.

B.M.: ¿Cuáles son sus ventajas?
F.C.: Sus efectos son muy rápidos en el tratamiento del dolor, tendinitis, problemas de espalda, cefaleas, tensión y problemas articulares, que se verán beneficiados rápida y cómodamente. También los dolores reumáticos y artrósicos pueden encontrar un buen alivio. Además, sabemos que la aplicación de okyu estimula enormemente el sistema inmunitario y su actividad defensiva.

B.M.: Crees en el cuerpo y en la mente como un todo ¿Qué significa esto?
F.C.: En Occidente vivimos el dualismo como la forma más común de explicar nuestra realidad. Parece que todo haya de ser blanco o negro. La medicina alópata no ha quedado excluida de ese pensamiento y se ha negado a considerar la mente y el cuerpo como una unidad indisociable.

B.M.: ¿Y no lo es?
F.C.: Es curioso que todos hayamos experimentado alguna vez cómo un conflicto de tipo emocional (un disgusto, una preocupación, una inseguridad) se ha expresado al mismo tiempo en un trastorno corporal (dolor de espalda, de cabeza o de barriga), o a la inversa; cómo una disfunción o dolor ha generado una expresión en nuestra conducta y vida emocional, y que aún podamos pensar en esa dualidad excluyente como explicación de todo. Tal vez cuerpo y mente no son disociables y por tanto diferenciables, tal vez son solo dos aspectos de la misma unidad.

B.M.: ¿Las terapias orientales sí que consideran cuerpo y mente como una unidad indisociable?
F.C.: Los orientales han sido maestros en considerarlo de esta manera. Su medicina y su cultura no separan cuerpo y mente, y sostienen que la mente es conformada por el conjunto de las estructuras y órganos del cuerpo.

B.M.: ¿Qué ventajas ofrecen las terapias orientales frente a otras terapias más convencionales?
F.C.: La medicina alópata o convencional ha realizado y realiza grandes aportaciones al tratamiento de la salud y por tanto no hay que despreciarla nunca. Quizás las cuestiones son en relación a la manera de entender el cuerpo, lo que comentaba anteriormente, y por tanto a la forma de tratarlo, a la agresividad de algunos tratamientos, y a los sistemas de salud establecidos.

B.M.: ¿Son estas terapias más naturales?
F.C.: El enfoque de las medicinas tradicionales (acupuntura, moxibustión, terapia manual, etc.) permite acompañar al paciente de una manera más natural, ya que primordialmente pretenden estimular los propios recursos curativos del cuerpo sin tener que añadir nada ajeno a nuestra química natural.

B.M.: Acabas de publicar el libro "El calor que cura. Okyu. Moxibustión Japonesa" ¿Qué nos aporta?
F.C.: Es la primera vez en todo el mundo que se publica sobre este tema en lengua española y eso aporta singularidad al texto. Está escrito en un formato de manual introductorio para que todas aquellas personas que puedan estar interesadas en el tema puedan iniciarse en su práctica. El libro incluye los conceptos teóricos necesarios para su ejercicio, y aquellos que conozcan la teoría de la medicina china tendrán en sus manos una herramienta para optimizar enormemente los resultados que obtienen con sus técnicas habituales.

B.M.: Entonces, ¿es el único libro en castellano sobre moxibustión japonesa?
F.C.: La información que contiene es totalmente novedosa para Occidente, ya que hasta el momento apenas ha salido de su país de origen. La moxibustión japonesa es sólo conocida fuera de Japón en países como EE UU, ya que algunos practicantes especializados han accedido a ella.

B.M.: ¿Cuál ha sido tu intención al escribirlo?
F.C.: Mi intención es que esta terapia tan beneficiosa y eficaz llegue al mayor número de personas posible. Esto incluye toda Europa y no solo nuestro país; como novedad te diré que en un par de meses va a ser publicado en francés por una editorial internacional. También creo muy interesante que pueda ser incorporada a las herramientas habituales de las personas que se dedican a la salud.

B.M.: ¿A quién va dirigido?
F.C.: El libro está pensado como un manual, como ya te decía, así que es fácil seguir las indicaciones propuestas. Al ser divulgativo, va dirigido a toda persona interesada, aunque va a resultar especialmente satisfactorio para todos aquellos que ya realizan alguna terapia física o energética, sean médicos, fisioterapeutas, acupuntores, masajistas u osteópatas. Por su potencia, sus efectos suelen sorprender a todos los que la prueban, tanto pacientes como profesionales.

B.M.: ¿Dónde realizas tus terapias?
F.C.: Tengo mi propia clínica en Tarragona desde hace 13 años, y allí es donde realizo mis terapias. Aparte, imparto cursos de formación en moxibustión japonesa y auriculoterapia en otros centros o escuelas. Enseñar a otros resulta primordial para que el beneficio de estas terapias llegue a mucha más gente.

B.M.: ¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
F.C.: El trato con las personas y el acompañamiento que puedo realizar en sus procesos de recuperación. También me estimula mucho asistir al increíble milagro que es la capacidad del cuerpo para adaptarse a la enfermedad y para recuperarse. Participar de esos procesos de recuperación buscando la estrategia personalizada a cada persona es uno de los aspectos que más me llenan.

B.M.: ¿Y lo que menos?
F.C.: Más que menos, he de decir que me entristece un poco cuando alguien no puede escuchar lo que su cuerpo le está diciendo, pero esto mismo también estimula mi labor diaria, ya que resulta muy gratificante ayudar al paciente a reencontrarse con su propio cuerpo y establecer un camino de crecimiento y salud.

B.M.: ¿De qué forma ha evolucionado el sector en los últimos años?
F.C.: Creo que los profesionales están cada vez más preparados y abiertos a escuchar nuevas propuestas terapéuticas. La situación económica y social que vivimos fuerza a exprimir los recursos terapéuticos al máximo, de manera que hay que estar continuamente formado y actualizado para poder responder de manera eficaz y rápida al sufrimiento de los pacientes.

B.M.: ¿Y el cliente?
F.C.: El cliente está más informado en todo sentido y busca servicios profesionales específicos para solucionar sus problemas. Cada vez más el cliente se preocupa menos de las razones y más de los resultados; es decir, muchas personas acuden buscando otra opción diferente a la convencional sin preocuparles si responden o no completamente a los cánones científicos reconocidos. De todas maneras, es responsabilidad del profesional responder de manera adecuada, sincera y seria.

B.M.: ¿Qué tratamientos son los más solicitados actualmente?
F.C.: La acupuntura y la moxibustión aplicadas al tratamiento del dolor se llevan la palma; también muchas personas buscan mejorar su postura y así pueden prevenir y solucionar muchos de los sufrimientos que viven.

B.M.: ¿Y las principales novedades del sector?
F.C.: El cuerpo siempre es el mismo en líneas generales para todos los humanos. Con esto quiero decir que las novedades que pueda haber siempre tratarán lo mismo aunque de maneras distintas, y es en este detalle donde vamos a encontrar la novedad. La sociedad demanda cada vez más sensibilidad a sus problemas de salud, así que las terapias que nos llegan serán cada vez más sutiles y menos agresivas.

B.M.: ¿Están de moda los tratamientos japoneses?
F.C.: La gran novedad para los próximos años va a ser la llegada de la visión japonesa de la salud; es decir, va a hablarse cada vez más de cuidarse con técnicas que vienen de Japón. La acupuntura y la moxibustión japonesas tendrán cada vez más presencia en las clínicas de tratamiento, ya que su forma de tratar es delicada, rápida y efectiva. También las técnicas de tratamiento manual orientales van a pisar fuerte.

B.M.: ¿Cómo está actualmente el sector?
F.C.: A nivel conceptual cada vez va adquiriendo más profesionalidad y calidad. La gente está cada vez más formada y abierta a la integración (que creo es el secreto de una buena atención). De todas formas, aún falta mucho camino por recorrer para estar al mismo nivel que otros países del mundo considerados de referencia en relación a las terapias naturales. Hay mucho trabajo que hacer con las instituciones formativas, con los estamentos gubernamentales y con la conciencia social al respecto.

B.M.: ¿Cómo está afectando la crisis al sector?
F.C.: Esta situación está provocando un efecto de selección en relación a la profesionalidad. El cliente que va a gastarse un dinero porque está sufriendo, busca la seguridad de la profesionalidad. Es decir, quiere que su dinero esté bien invertido sin lugar a dudas, busca soluciones firmes, tratamientos cortos y que no tengan un coste desorbitado.

B.M.: ¿Cuál crees que es el futuro del sector?
F.C.: Más que una opinión, creo que es más importante formular un deseo y trabajar por ello. Este deseo es que la integración de la medicina alópata y las medicinas complementarias sea una realidad común y, en consecuencia, que los usuarios puedan tener la opción en los sistemas públicos.

B.M.: ¿En qué deberíamos mejorar?
F.C.: Debemos preguntarnos a nosotros mismos cuando algo no funciona y buscar en consecuencia nuevas soluciones. El profesional debe revisar lo que hace y las herramientas con las que trabaja para evidenciar los límites a los que se enfrenta. Esto debe servir para mejorar, porque ante la evidencia de los propios límites no queda otra que seguir formándose para poder expandirlos.

B.M.: ¿Cuál es tu proyecto futuro?
F.C.: Desarrollar nuevos enfoques terapéuticos y continuar con la divulgación de las terapias orientales, aquí y en otros países. También estoy preparando nuevas publicaciones.

B.M.: ¿Cómo te ves en el futuro?
F.C.: Continuando mi labor docente y clínica.

B.M.: ¿Cómo eres cuando no trabajas?
F.C.: Soy amigo de mis amigos y también muy familiar. Siempre he vivido con el pensamiento de que tras la fortuna de contar con mi familia y mis amigos, se esconden los pequeños momentos de felicidad. Intento disfrutar mi escaso tiempo libre con ellos siempre que puedo.

B.M.: ¿Dedicas a tu actividad demasiado tiempo?
F.C.: Vivo creyendo que nunca es suficiente el tiempo dedicado y que esta vida es muy corta.