La heredera del 'Imperio L'Oréal' y su hija, reconciliadas
Digno de novela ha sido la vida de los últimos meses de Liliane Bettencourt, posiblemente la mujer más rica de Europa. El cuarteto formado por ella, su hija, el amigo de la madre y el gobierno francés, ha hecho correr ríos de tinta
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Todo comenzó en 2007 por el enojo de la hija ante los caros regalos que su madre, heredera de L'Oréal, hacía a un fotógrafo dandi, pero el caso se convirtió en un auténtico escándalo salpicado de mayordomos, caraduras y políticos. Las ramificaciones llegaban incluso al Elíseo.
Después de años de litigios, que comenzaron en los medios de comunicación franceses, siguieron en los tribunales y alcanzaron a un ministro del gobierno Sarkozy, Liliane Bettencourt y su única hija, Françoise, escenificaron ayer públicamente su reconciliación. El momento que eligieron fue el desfile que organizó, dentro de la Semana de Alta Costura de París, el diseñador italiano Giorgio Armani.
Se sabía que la madre y la hija habían hecho las paces días antes de Navidad, pero hasta ayer no se habían dejado ver juntas. Los fotógrafos, al verlas aparecer, dejaron de enfocar a la actriz Jodie Foster y a la temible Anna Wintour, editora de Vogue, para centrarse en las grandes estrellas del día. Ellas sabían que iba a ocurrir así y se dejaron fotografiar, pero sin hacer declaraciones.
Liliane y su hija hicieron las paces cuando Françoise llegó a un acuerdo con el fotógrafo François-Marie Banier, el dandi al que acusaba de haberse aprovechado de su hipermillonaria madre para obtener regalos por valor de 1.000 millones de euros.
El abogado de la hija, el famoso penalista Olivier Metzner, aseguró en aquel momento que Banier "renuncia a muchas de las promesas que le hicieron". Y añadió que el acuerdo significaba que "la familia está de nuevo unida, que madre e hija ya se hablan y que Banier saldrá de la vida de los Bettencourt".
Queda la parte política, que sigue su curso judicial: en julio, unas comprometedoras grabaciones llevadas a cabo por el mayordomo de la anciana acusaban al ex ministro de Trabajo, Eric Woerth, de trato de favor fiscal con respecto a Bettencourt. Días después, la ex contable de la anciana denunciaba a Woerth por recibir 150.000 euros procedentes de la fortuna de la anciana para la financiación de la campaña electoral de Nicolas Sarkozy de 2007.
Liliane Bettencourt es la mujer más rica de Francia, la única heredera del imperio de cosméticos L'Oréal, fundado por su padre a principios del siglo XX y tiene una fortuna valorada en 17.000 millones de euros, según cálculos algo antiguos de la revista Forbes.
Y en el olvido, al menos del momento, permanece el dandi François-Marie Banier, fotógrafo, escritor, pintor y, según muchos, un caradura con mucho tino, al que durante muchos años la hija de Liliane acusó de haberse aprovechado de la "debilidad" de la anciana para haberse hecho regalar dinero, seguros de vida, obras de arte, casas, mansiones e islas, entre otras cosas. Liliane aseguró siempre que entregó el dinero a su amigo porque quiso, sin estar coaccionada. Su familia, en cambio, siempre argumentó que a la millonaria le fallaba la memoria, estaba algo sorda y no sabía lo que hacia.
Los vencedores del affaire LOréal
La hija de Madame Bettencourt y su marido parecen ser los grandes vencedores de este tratado de paz. Françoise siempre dijo que con su batalla no trataba de obtener ni un céntimo, sino que pretendía salvar a su madre de "moscones" aprovechados. Ahora, en palabras de su abogado Olivier Metzner, la hija ve a "su madre libre de todo incordio, pues Banier y Patrice de Maistre (que hasta el acuerdo era gestor, un tanto caradura, de la fortuna de Madame) han sido apartados de su entorno".Pero además, con el acuerdo, Jean-Pierre Meyers –el marido de Françoise– gana poder en L'Oréal. El yerno de la anciana pasa a ser el director general de Tethys, el holding que posee el 31% de la casa de cosméticos y que seguirá presidido por la octogenaria. Asimismo, los hijos del matrimonio, Nicolas y Jean-Victor Meyers, entran por primera vez en el negocio familiar como miembros en el consejo de administración del grupo.
Eso sí, según la prensa gala la anciana millonaria se habría asegurado de que la familia siga siendo el accionista mayoritario de L'Oréal y el grupo no caiga en manos de Nestlé (del que Meyers es administrador), el segundo accionista del grupo cosmético.
Liliane Bettencourt a escena
Ni el mejor guionista podía haber imaginado una trama más idónea para una comedia de teatro: una vieja millonaria que entrega cantidades estratosféricas a su amigo fotógrafo con fama de dandi porque este le divierte, y una hija que ve su herencia dilapidada. "Todo parecido o similitud con personajes reales tiene un solo objetivo: ¡hacerle reír!", advierte el humorista Laurent Ruquier, que lleva así a las tablas el famoso caso Bettencourt. Las desavenencias de la familia de la mujer más rica de Francia, heredera y principal accionista del imperio L'Oréal, serán retratadas en la obra titulada Porque yo lo robo, una parodia del lema de la marca ("porque yo lo valgo"), que se estrena el 12 de febrero en el teatro Saint-Georges de París.Liliane Bettencourt, de 88 años, será interpretada por Catherine Arditi, mientras que el fotógrafo François-Marie Banier estará representado por el humorista y presentador televisivo Ariel Wizman, quien se estrena así como actor. Jacques Ramade se pondrá en la piel del mayordomo, personaje clave de la trama. La actriz y también humorista Armelle dará vida por su parte a la hija, Françoise Bettencourt-Meyers, empeñada en demostrar que Banier no es más que un vividor que se aprovecha de la avanzada edad de su madre para sonsacarle hasta 1.000 millones de euros en regalos. La obra, escrita por Ruquier, contará con la dirección del exitoso Jean-Luc Moreau.
Françoise Bettencourt-Meyers puso entonces fin a la demanda interpuesta contra Banier por abuso de debilidad y este se comprometió con salir del círculo íntimo de la millonaria. Se esperan otros dos proyectos inspirados en el caso a lo largo del año 2011, aunque todavía no han sido confirmados oficialmente, esta vez en la gran pantalla. Edouard Baer prepararía así una película en la que contaría con la presencia de Jean Rochefort. El productor Thomas Langmann anunció también el año pasado su voluntad de hacer una película sobre el mismo tema. El proyecto estará dirigido por Michel Hazanavicius, realizador de la parodia de James Bond francesa y el papel de la millonaria lo hará Jeanne Moreau.
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