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Victoria de la Belleza, la metodología ideada para que el consumidor exprese su satisfacción con los productos de belleza, es ya una realidad en España de la mano de Tryp Network (en un futuro próximo, Monadia by Tryp Network – Centro de Calidad de los Consumidores), que gestiona también Italia y Portugal.

El ejemplo a seguir es Francia, país donde Willy Mansion crea Victoires de la Beauté y Monadia, el primer Centro de Calidad de los Consumidores Galos.
Tryp Network es un profundo conocedor de la realidad española, al organizar los galardones Sabor del año (www.saboresyconsumidores.com), los óscars de la alimentación, con una gran proyección mediática en cada edición.
En 2010 han sido galardonados, entre otros, Central Lechera Asturiana, Flora Gourmet, President crème de brie, flan Dhul, Kellog's Special K, queso tierno García Baquero, café Marcilla crème express, Orbit, Solano, etc.

La evaluación

Victoria de la Belleza es sinónimo de evaluaciones de productos de belleza con rigurosidad. Estos planteamientos implican categorizar los productos que se vayan a evaluar. Productos que han sido inscritos libremente por cada marca en su categoría respectiva, y por consumidores que gozan de la misma libertad para desear participar en las catas, por las que obtendrán una remuneración acorde con el tiempo empleado en las mismas.

El consumidor catador, en primer lugar, ha de mostrar una afinidad con el producto objeto del análisis. Si una persona, por ejemplo, no requiere o no piensa utilizar productos depilatorios, no tiene sentido que evalúe ninguno. Por otra parte, categorizar implica segmentar el público objetivo del producto en cuestión: la gama de productos que habitualmente utiliza. Si se realiza la manicura es candidata a evaluar productos para las uñas. Una mujer que no requiera productos anticelulíticos no es la persona idónea para testarlos. Al igual que los productos femeninos sólo podrán ser evaluados por mujeres, los de hombres por ellos y los específicos de niños por niños, con la metodología concreta que facilite su rápida e inmediata comprensión a los infantes mayores de 8 años.

Las catas a ciegas se pueden realizar en el domicilio de la persona que testa. Cada persona podrá evaluar un máximo de 6 productos. Tryp Network, por otra parte, y en una primera fase, ha seleccionado a varios laboratorios españoles para organizar y controlar todo el proceso, a la vez que certifican la imparcialidad de los resultados obtenidos de los “clientes misteriosos”: AINIA Consumolab (Madrid, Valencia), Alicontrol (Madrid) y Attestia (Barcelona). Los laboratorios eligen a las personas que evaluarán los productos, previa inscripción, y según su perfil (edad, sexo, formación, clase social, región, etc.).

Los beneficios

El sello Victoria de la Belleza, una vez conseguidos los resultados finales por categorías, implica el beneficio de unas certificaciones que aportan prestigio al producto en cuestión. Prestigio que rige por igual a grandes y a pequeñas empresas. El galardón supone, ante todo, satisfacción por parte del consumidor final, quien realmente gobierna las leyes del mercado. Quien decide cuál es el mejor producto del momento, quien realmente destaca qué producto cumple con lo que promete.
La experiencia gala, con una presencia efectiva desde 2003, premia a más de 50 productos en cada edición. La participación es muy alta e implica a toda la industria, desde los fabricantes de productos profesionales a los de gran consumo, pasando por farmacia, parafarmacia e institutos, etc. Victoires de la Beauté es, hoy día, un referente del mercado francés, al igual que llegará a ser Victoria de la Belleza en España.

Objetivos en España

La primera edición de los galardones Victoria de la Belleza España tendrán lugar durante el próximo otoño. El objetivo inicial es mostrar una treintena de productos que los consumidores consideren como buenos. Unos productos que destacarán, afianzarán la calidad implícita y se diferenciarán, porque el consumidor así lo ha deseado. Porque la promesa de belleza que destacaban realmente se cumple, según lo certifica el consumidor final. Una eficacia que redundará en un incremento de sus ventas con respecto a su competencia. Con el tiempo, incidirá en más competitividad, innovación, calidad y mayor desarrollo.
Tras este primer año, y dada la experiencia previa del sello evaluador, las previsiones apuntan a un crecimiento anual del 10% en el número de participantes.